viernes, 9 de noviembre de 2012

Espiritual, religioso o agnóstico



Se puede ser religioso y espiritual o religioso y no tener nada de espiritual, o se puede ser espiritual sin ser para nada religioso o ser agnóstico. Creo que todos más o menos conocemos ejemplos de todas estas opciones personales y culturales; todas respetables y todas necesarias para explicar lo que somos como especie en cuanto a temas trascendentales.
La pregunta es para qué sirve ser espiritual, religioso o agnósticos. En el primer caso tal vez tenga que ver con una búsqueda o curiosidad del ser humano que va más allá de lo explicable, en el segundo tendrá que ver con cuestiones culturales y el tercer caso es el de aquellos a los que no les interesa ningún cuestionamiento que vaya más allá de la realidad tangible.

Los agnósticos dirían que los espirituales y religiosos buscan un consuelo que les aleje del temor a la muerte como un final, esto tal vez podría ser así, pero los otros podrían argumentar que hay cosas que son muy difíciles de explicar por medio de la física mecánica de Newton. Esta es una discusión para la que, a día de hoy, no hay respuesta que de la razón a ninguno.
Para mí lo que verdaderamente importa es hacerse preguntas, no para estar más relajado pensando en una supuesta vida en el más allá, sino porque el universo me parece tan grande e inabarcable que mi mente curiosa intenta comprender aunque sea una minimísima parte. Por otro lado, reflexionando en estas cuestiones pienso que poca cosa somos en relación al universo.

Tal vez deberíamos pensar más en cómo sacar partido, de forma constructiva, al corto espacio de tiempo que estamos en este planeta, que a día de hoy es lo único real y tangible; y si resulta que esto no acaba aquí, pues genial porque entonces empezaríamos otro desafío!

Luz y amor para todos, PATRICIA

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