Mi gata y mi perro, mis maestros

Muchas personas se definen como de perros o de gatos y raros son los casos en que amen a las dos especies y aprecien sus diferencias.

La razón: su naturaleza diferente y antagónica, como si no fuera posible apreciar ambas, como si fueran irreconciliables.

Pero si son justamente ellos, perros y gatos, los que nos enseñan que pueden vivir juntos!

Mi gata me enseñó la libertad y el estar de verdad, con sinceridad, cuando lo siente. Aprendí de su enorme intuición y capacidad de conexión a un nivel profundo e irracional.

Mi perro es mi compañero incansable y leal de paseos largos y cortos más o menos emocionantes, de espíritu siempre alegre, sin cuestionar nunca ninguna decisión, toma lo que se le da sin más.

Al ser humano le vendría bien integrar la complementariedad de los opuestos en lugar de mantenerlos separados y no querer mezclarlos.

Estamos viviendo un momento donde lo importante es sumar, ver lo bueno y positivo de todas las experiencias, personas y porque no también de los animales y aprender de todos ellos.

Hasta hace dos años odiaba a los gatos, les tenía fobia…yo era de perros…Hasta que me propuse vivir con una gata para intentar comprender qué tenía que aprender y de qué era de lo que huía.

La experiencia fue hermosa, interesante e intensa y sigue... Fue así como me reconcilie con aspectos de mi personalidad que rechazaba.

Este post se lo dedico a Marly una maestra fundamental en mi vida!!

Luz y amor para todos, PATRICIA