Porque estamos siempre juzgando al otro?, su aspecto, forma de vestir y peinarse, su comportamiento, cómo vive, cómo habla, que amigos tiene, si es miserable, vago, homosexual, gordo, flaco o sucio...
Será quizás que si nos ocupamos del otro no pensamos en nosotros mismos?
Será que lo que no nos gusta ver en nosotros lo proyectamos en otro, para no asumirlo?
Será que así nos sentimos importantes porque en el fondo nos consideramos poquita cosa?
Será que tenemos un pensamiento rígido, nos creemos los dueños de la verdad y que nuestra manera de vivir es la mejor del mundo y ninguna otra vale?
Será que somos racistas, intransigentes, soberbios, fanáticos…
O será que queremos jugar a ser Dios, ponernos en su papel y con el dedo acusador barrer del planeta la escoria humana…
Dios si es divino no juzga, no va con su naturaleza amorosa. Si Dios existe es todo perfección, amor, comprensión, perdón, aceptación…
Todavía no tomamos conciencia que lo multicultural, multirracial, las distintas personalidades, formas de vivir, de trabajar, de aprender, de amar, de convivir, son siempre una riqueza.
A lo mejor necesitamos ser un poco más indulgentes con nosotros mismos para serlo con los demás, a lo mejor debemos parar de juzgarnos con crueldad para dejar de hacerlo con los otros. Deberíamos, de una vez, aceptarnos tal y como somos!
En vez de machacarte una y otra vez y usar a los otros como espejo de lo que no te gusta ver en ti estaría bien cambiar el chip, dar un giro de 180º y empezar a ver lo bello que hay en las personas y que, por fin, el que tengas enfrente te espeje lo bello que hay en tu interior, que os mucho y muy hermoso, solo tienes que dejarlo salir y que se manifieste!!
Luz y amor para todos, PATRICIA
Pato: como siempre: "tan bello y tan cierto". Porfi segui con el block me hace mucho bien leerlo.... besos marien
ResponderEliminarPrecioso, simplemente precioso... hace unos días aburrida de tener siempre que emitir mi opinión acerca de todo cuanto ocurre en mi vida y en el mundo hice un compromiso: "me comprometo a cambiar el juicio a los demás y a mí misma por amor y comprensión". Cuando dejamos de vernos obligados a juzgar la paz entra en nuestros corazones y es una sensación indescriptible, sencillamente ves el mundo más bello y menos hostil... es todo un reto, puede que no sea fácil, pero no es imposible. Besos!
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