Los científicos afirman
que la mediana edad, la comprendida
entre los 40 y 60 años, lejos de marcar el declive del ser humano es una etapa, muy productiva, creativa, dónde los niveles de eficiencia y eficacia son máximos
en el ser humano. Así lo revelaron el otro día en el programa redes.
En una sociedad
dónde se prima la juventud en todos los órdenes de la vida, con un bombardeo
constante de cuerpos bellos y jóvenes, dónde no hay lugar para nadie más, este
tipo de aseveraciones fundadas ayudan a bajar al nivel de la tierra, a poner en
valor, lo hasta ahora denostado, y a entender
cada edad en su justa medida con todo lo bueno y malo de cada una.
La juventud y lozanía va acompañada de mayor
potencia física, es la época laboral de máxima exigencia, es la edad de la
procreación, de la crianza de los hijos y sin duda la velocidad mental es mayor.
Sin embargo, estos estudios dicen que en la juventud hay desajustes de
personalidad, parece ser que no nos conocemos tan bien y además la energía está
muy diversificada en muchas actividades. Y en la primera juventud, muchas personas
afirman que no son felices del todo. Por tanto, no sería descabellado pensar
que quizás los jóvenes pueden aportar
muchísimas cosas pero quizás les falten otras, también necesarias.
Las empresas, en
sus procesos de selección de personal, no quieren directivos mayores de 40 años,
alegando que ya son mayores. Significa que los consideran poco flexibles, con
poca capacidad para adaptarse a cambios y que no aportan ideas novedosas, por
un supuesto “desgaste mental”. Espero que estas investigaciones hagan
reflexionar a los profetas de los recursos humanos y a aquellos que hablan de esta
etapa de la vida como si se llegara a una barrera que indica que todo se acabó.
Estos estudios de
la mediana edad indican que es la
etapa del ser humano, si se llega con buena salud, dónde se produce una
estabilidad mental, de personalidad, familiar, sexual, lo que permite que el cerebro funcione de una forma armónica
haciendo un aprovechamiento máximo de sus capacidades. La mente está en su
mejor momento para tareas tales como coordinación, planificación, toma de
decisiones acertadas gracias a la capacidad de análisis y síntesis. Lo que sí
dicen es que se pierde velocidad mental. Pero aquí no se trata de vencedores ni
vencidos sino de juntar fuerzas y aprovechar lo mejor de todos.
Como siempre estas
investigaciones acabarán llegando al ámbito de la empresa y de la sociedad en
general. Entonces cambiaremos nuestra forma de pensar. Y con suerte,
relativamente pronto, lo mismo que vemos la incorporación de avances en
neurociencia e inteligencia emocional también veremos, trabajando juntos, grupos de personas con una abanico de edad más
amplio, porque habremos comprendido que la riqueza viene de la
multiculturalidad, multiedad, distintas formas de pensar, distintas personalidades,
etc. Lo homogéneo no crea nada solo da vueltas en círculos sobre lo mismo. Lo distinto provoca el diálogo, la discusión,
nuevas ideas, para llegar a conclusiones creativas y novedosas.
A ver para cuando
una investigación sobre la tercera edad.
Esa que nuestra sociedad, supuestamente avanzada, desprecia, pero que sin
embargo es venerada y reverenciada por muchas tribus y nuestros antepasados
como la edad de la sabiduría en toda su
extensión…
Luz y amor para todos, PATRICIA
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