viernes, 14 de septiembre de 2012

El mundo está cambiando y nosotros también



El mundo tal y como lo conocíamos está desapareciendo. La destrucción de nuestra preciosa casa azul es evidente, estamos agotando los recursos y no está claro que las energías renovables puedan llegar a tiempo. Pero la destrucción no solo es ecológica, sino económica, social, laboral, de valores, de muchas especies incluida la nuestra. Los hindúes dicen que detrás de una destrucción viene una nueva creación, un nuevo comienzo. Las profecías mayas han sido malinterpretadas, no hablan del fin del mundo sino de conclusión de un ciclo agotado, que termina para dar comienzo a uno nuevo.
Hasta aquí podemos pensar que estos son todos argumentos que más bien sirven para tranquilizar la ansiedad y angustia que nos provoca lo que vemos alrededor, sin embargo, quizás podemos ir más allá.

La vieja Europa está desgastada, sin ideas, y camina hacia un empobrecimiento generalizado de su población, nada extraño que no ocurra desde siempre en la mayoría de continentes, como América, África o Asia.
Los europeos están confusos, pensaban que esas cosas eran de países subdesarrollados y que eso a ellos nos les iba a ocurrir, pero está ocurriendo.
Ante la constatación de esta situación a las personas nos quedan dos caminos, 1) resignarnos, aceptar y adaptar de forma extrema nuestras vidas o 2) actuar de forma creativa, para ir encontrando las maneras de abrirnos paso y seguir adelante hacia una vida digna, pero con una visión nueva y por supuesto nunca desde un pesimismo paralizante.
Al gigante armado hasta los dientes no podemos combatirlo con sus mismas armas, porque no las tenemos y porque principalmente en mi caso no me interesa, hay que plantarle cara con astucia y firmeza y por supuesto con unión.
No estoy hablando de supervivencia pura y dura, ni de salir con palos y piedras, estoy hablando de construir de verdad, desde abajo y entre todos un nuevo paradigma; como las hormigas, en silencio, sin aspavientos, de forma ordenada y tranquila y con el convencimiento de que sí podemos.

Existe un grupo muy pequeño de la población mundial que están dirigiéndonos y gobernándonos para convertirnos a la mayoría en pseudoesclavos. Esto es verdad y quizás pueda funcionar en un plano físico/material, esta también podría ser una buena oportunidad para practicar el desapego y distinguir lo que me sobra de lo que necesito, pero en nuestra mano está que esa esclavitud no lo sea en el plano mental/emocional, porque si les dejamos entonces sí tendrán la batalla ganada.

Es muy difícil hoy en día responder hacia dónde nos encaminamos, pero quizás no es tan importante el hacia dónde, sino el propio andar, el camino, con una nueva mirada, estando muy atentos y muy vivos y con ganas de construir algo nuevo. Da igual lo que al final ocurra, lo verdaderamente importante es caminar sin rendirnos, con inteligencia y no el final del trayecto, quizás hasta se convierta en una aventura única que sirva para escribir un capítulo nuevo en la historia humana.

Luz y amor para todos, PATRICIA

2 comentarios:

  1. Teño exactamente a mesma visión, tanto da situación, como na túa reflexión de como enfrontarse a ela. Gracias por saber plasmalo en palabra escrita.

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    1. Ojala al ser humano no le paralice el miedo, ojalá no nos dejemos llevar por la inacción, ojalá tengamos la fortaleza de ánimo suficiente para unirnos y como las hormigas trabajar juntos, en silencio y de forma ordenada para dejarles a nuestros hijos si no un mundo mejor,al menos una forma de ser y actuar en la vida!

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