viernes, 31 de agosto de 2012

El poder de la risa



La Risoterapia es una técnica psicoterapéutica que no cura por sí misma, pero  se ha demostrado que es tremendamente efectiva para complementar otras terapias y no solo es beneficiosa para problemas mentales sino también para los físicos. En China hace miles de años ya afirmaban que la risa aseguraba la felicidad, longevidad y salud física, llegando a afirmar que la salud de la persona está directamente relacionada con las veces que se rie al día. Es importante reírse de uno mismo y los propios defectos, quitando importancia y relativizando tales características; hablo de intentar ser más indulgentes con nosotros mismos y no convertirnos en nuestros propios verdugos.

En nuestra sociedad nos enseñan a reírnos de los otros y no con los otros. Es una pena que siempre tengamos puesto el ojo afuera, en los otros y que sea para criticar o mofarnos, en vez de aprovechar esas oportunidades en grupo para reírnos y pasárnoslo bien en signo positivo. Todos tenemos algún amigo o familiar de risa contagiosa con el que es  imposible, ante sus explosiones espontáneas, al menos no sonreír. Deberíamos provocar en las situaciones cotidianas, cuando estemos en compañía de otros, arrancarnos una sonrisa de cualquier tontería, quitando hierro a las cosas y permitiéndonos disfrutar, de verdad y si además  con esto contribuimos a estar más sanos y ser más longevos, mejor que mejor!

Otra reflexión, si miro a mi alrededor, compruebo que la agente positiva y optimista suele reir con más facilidad que las personas negativas y pesimistas; no se si las primeras viven más, pero cuando miro a los ancianos y comparo a unos y a otros….sus caras, si miramos bien, lo dicen todo!

Luz y amor para todos, PATRICIA

2 comentarios:

  1. Julia van Gelderen31 de agosto de 2012, 8:39

    Me pregunto por qué cuánto más desarrollo se nota, más se pierden los valores fundamentales en el ser humano.
    Habrá que no dejar de intentar de "volver a las raices" con todos nuestros sentidos para recuperar lo que vamos perdiendo mientras vamos evolucionando, creciendo.
    Realmente extraño mucho a la risa. No me cuesta sonreir pero, cuánto más sabrosa sería la vida si nos correspondiesen. No hay que dejar de intentar de contagiar a la gente. No hay que tener miedo al ridículo. Al contrario, pensemos que regalamos un gran tesoro al sonreir.
    Probemos y nos llevaremos grandes sorpresas, pongamos "nuestro granito de arena" para aportar a un mundo más feliz.

    ResponderEliminar
  2. Lamentablemente el progreso a veces va acompañado de deshumanización, falta de espontaneidad,falta de tiempo para los amigos y familia..., en fin, como dices hay que animarse y volver al origen y reirse sin miedo!!

    ResponderEliminar