Muchos occidentales tenemos la
mala costumbre de vivir con el tiempo
planificado y cronometrado al extremo. En mi caso, años atrás, esta actitud
me llenaba de orgullo personal y pensaba: que guay estoy cumpliendo al
milímetro el plan o que bien no me he dejado nada de las 30 cosas que tenía
previstas hacer en 2.45 horas. Burradas y sandeces de este tipo sobre mi persona
podría contar unas cuentas. Es una auténtica carrera de obstáculos, que lo
único que provoca es consumir cantidades ingentes de energía corporal y mental,
que a lo único que conducen es a un desgaste brutal…
Con los años, la experiencia,
los maestros externos y el interno he ido comprendiendo todo esto, al menos de
forma intelectual, porque aún sigo cayendo en lo mismo. La única diferencia es que
en 2.45 hs. solo hago 20 cosas….
Hay ciertas conductas que es muy difícil cambiar, pero no imposible. Lo primero es ser conscientes del problema, segundo: entender con el intelecto lo que nos
pasa y aceptarlo, tercero: intentar bajar
el ritmo hasta lograr, con el tiempo,
deshacernos del planning y el cronómetro y cuarto: siempre que volvamos
a caer en el problema, en vez de quitar el látigo, -la cultura judeo cristiana
a la que pertenezco nos enseña que si nos equivocamos debe haber castigo- ser más
indulgentes con nuestros errores e ir cambiando
estas conductas paulatinamente y sin fustigarnos.
Hace unos cuantos años leí,
del swami hindú Yogananda, que los occidentales, siempre vivimos
sobrecargándonos de actividad y ponía el ejemplo de una bombilla a la que si se
le da una sobrecarga de voltios revienta. Pues eso mismo nos ocurre a las
personas sometemos a nuestro cuerpo y nuestra mente a una descarga energética brutal que lo único
que consigue es lesionar el cuerpo y la mente.
Por otra parte, las corrientes
orientales manifiestan que el ser humano puede vivir para afuera o para adentro
o hacer una sabia combinación de ambas cosas. Einstein manifestaba que tiempo y
espacio son relativos, lo mismo piensan estas corrientes. Esto nos debería llevar
a reflexionar: entonces ¿qué importancia tiene estar siempre jugando una
carrera para conseguir no se qué cosas?....Los orientales dicen que solo existe el aquí y ahora, que esto es lo único real.
Al final acabamos viviendo y
pensando en lo que ya pasó o en lo que va a pasar y nos olvidamos del disfrute
del hoy, del presente, del momento, de este instante…
Ojala aprenda, porque me
gustaría conocer más a fondo y hacerme amiga de este raro placer. Y hasta igual
le cojo el gusto y todo! Sin duda, la meditación ayuda y, cuando se practica, es
el único espacio que conozco en el que aquí y ahora se hacen totalmente
patentes.
Luz y amor para todos, PATRICIA
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