domingo, 7 de abril de 2013

Vivir aqui y ahora, este instante




Muchos occidentales tenemos la mala costumbre de vivir con el tiempo planificado y cronometrado al extremo. En mi caso, años atrás, esta actitud me llenaba de orgullo personal y pensaba: que guay estoy cumpliendo al milímetro el plan o que bien no me he dejado nada de las 30 cosas que tenía previstas hacer en 2.45 horas. Burradas y sandeces de este tipo sobre mi persona podría contar unas cuentas. Es una auténtica carrera de obstáculos, que lo único que provoca es consumir cantidades ingentes de energía corporal y mental, que a lo único que conducen es a un desgaste brutal…
Con los años, la experiencia, los maestros externos y el interno he ido comprendiendo todo esto, al menos de forma intelectual, porque aún sigo cayendo en lo mismo. La única diferencia es que en 2.45 hs. solo hago 20 cosas….
Hay ciertas conductas que es muy difícil  cambiar, pero no imposible. Lo primero es ser conscientes del problema, segundo: entender con el intelecto lo que nos pasa y aceptarlo, tercero:  intentar bajar el ritmo hasta lograr, con el tiempo,  deshacernos del planning y el cronómetro y cuarto: siempre que volvamos a caer en el problema, en vez de quitar el látigo, -la cultura judeo cristiana a la que pertenezco nos enseña que si nos equivocamos debe haber castigo- ser más indulgentes con nuestros errores e ir cambiando estas conductas paulatinamente y sin fustigarnos.

Hace unos cuantos años leí, del swami hindú Yogananda, que los occidentales, siempre vivimos sobrecargándonos de actividad y ponía el ejemplo de una bombilla a la que si se le da una sobrecarga de voltios revienta. Pues eso mismo nos ocurre a las personas sometemos a nuestro cuerpo y nuestra mente  a una descarga energética brutal que lo único que consigue es lesionar el cuerpo y la mente.
Por otra parte, las corrientes orientales manifiestan que el ser humano puede vivir para afuera o para adentro o hacer una sabia combinación de ambas cosas. Einstein manifestaba que tiempo y espacio son relativos, lo mismo piensan estas corrientes. Esto nos debería llevar a reflexionar: entonces ¿qué importancia tiene estar siempre jugando una carrera para conseguir no se qué cosas?....Los orientales dicen que solo existe el aquí y ahora, que esto es lo único real.
Al final acabamos viviendo y pensando en lo que ya pasó o en lo que va a pasar y nos olvidamos del disfrute del hoy, del presente, del momento, de este instante…

Ojala aprenda, porque me gustaría conocer más a fondo y hacerme amiga de este raro placer. Y hasta igual le cojo el gusto y todo! Sin duda, la meditación ayuda y, cuando se practica, es el único espacio que conozco en el que aquí y ahora se hacen totalmente patentes.

Luz y amor para todos, PATRICIA

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