viernes, 22 de marzo de 2013

El optimismo pragmático




Mark Stevenson es el creador de una corriente de pensamiento,el optimismo pragmático, que se fundamenta en ocho principios nucleares: 
  1. Un optimismo sin complejos sobre el futuro.
  2.  Los miembros se involucran en proyectos que superan sus propias capacidades.
  3. Tus historias y opiniones están bien, pero tus hechos están mejor.
  4. Cometer errores está bien; no intentarlo es irresponsable.
  5. Eres lo que haces, no lo que te propones hace.
  6. Las ideas están para ser compartidas, no protegidas.
  7.  Los miembros se ocupan de gestionar su cinismo, y de tenerlo bajo control.
  8. Esta corriente de pensamiento es apolítica. Todas las tendencias son bienvenidas, pero no vengas a promover la tuya.

Stevenson propone no conformarnos, mirar al futuro sin complejos y soñar con la clase de futuro que queremos tener. Involucrarnos en aquello en lo que creemos, aunque exceda nuestras capacidades. Compartir las ideas para que crezcan y se amplíen. Si somos mezquinos las buenas ideas también lo serán. Tomar decisiones en función de lo que está probado que funciona y no según pareceres o creencias. Equivocarse es una manera de avanzar hacia el acierto. El no probar solo produce inmovilidad. Somos lo que hacemos y no lo que tenemos intención de hacer o imaginamos. Debemos mantener el cinismo a raya, tras él hay una falta de ambición y la creencia de que las cosas no pueden o no valen la pena cambiarse. El cinismo es una buena excusa para la pereza, por detrás está la idea: si no va a servir de nada, para qué hacer nada.

En principio propone una serie de principios que hay personas que aplican de forma natural e intuitiva. Ojalá a muchos les entre la curiosidad y les haga pensar y se decidan a caminar. No importa si nos caemos o si las cosas al principio salen mal. Debemos levantarnos y seguir intentándolo solo así conseguiremos alcanzar lo que nos proponemos.
He sostenido muchas veces desde este blog que debemos actuar, pero lo más importante: que no se quede en una buena intención, que acabe cogiendo telarañas y nunca llegue a materializarse. Debemos marcarnos pequeñas metas y ponerles unos plazos y cumplirlos, para realmente avanzar y no quedarnos siempre en las ideas!

Luz y amor para todos, PATRICIA

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