En el ser humano actual hay un conflicto interno
acerca de si la disciplina es necesaria o por el contrario nociva. La persona libre
y sin normas de Rousseau
versus el ser humano disciplinado abocado al trabajo, de la concepción luterana
de la vida.
Lo que sucede es que en todo este tema se
mezclan muchas cuestiones personales que nos quitan el sueño, en muchos casos
la salud y es la sobre exigencia con nosotros mismos: no hago lo suficiente, lo
podría hacer mejor, no valgo demasiado, mi jefe me pide más, estoy
decepcionando a mamá y papá porque no estoy dando la talla. O el otro lado de
la moneda: total para que me voy a esforzar si no valgo, haga lo que haga no va
estar bien, paso de todo total da igual…
Sería interesante que miráramos para atrás, a la
fuente de donde salimos y que para bien o para mal, nos ha marcado nos guste o
no, me refiero a mamá y papá.
Si miramos y pensamos como eran ellos con
respecto al trabajo y la vida, inmediatamente nos reconoceremos copiando tal
cual conducta que aprendimos de ellos o haciendo justamente lo contrario. Nos
guste o no copiamos de nuestros padres mucho más de lo que pensamos y nos
gustaría, y nos vemos repitiendo aquello de ellos que más detestamos. O por el
contrario hacemos lo opuesto, pero también de forma extrema y enfermiza, para
desmarcarnos de forma brutal.
Y aquí es donde viene el conflicto: lo que
aprendí de ellos vs lo que soy o en mi interior lucha por ser realmente…
Sería un buen comienzo si aprendemos a
reconocernos en conductas de ellos y al menos intentamos buscar un equilibrio
entre lo que somos realmente y lo que repetimos porque aprendimos por
imitación. Al fin lo que nos separa del chimpancé es solo un 2% de ADN.
La diferencia es que en los monos imitar a su
madre es cuestión de supervivencia y para el homo sapiens sapiens imitar es
solo una parte, hay otra sumamente importante que es la de construcción propia
y única de cada individuo a través de la vida, su particular experiencia y
personalidad.
Para poder ser conscientes de todo esto es
necesario formar personas que sean capaces
de gestionar y conocer sus emociones. No se cuándo ocurrirá esto, sí es verdad
que hay países en los que ya se está trabajando y poniendo las bases para esto
como USA.
Por tanto, no hay respuesta para la pregunta
inicial. Lo ideal es un buen
equilibrio a partir de diferenciar correctamente nuestras capacidades,
habilidades y personalidad única que nos permita ser personas sanas, útiles a la sociedad y felices!
Luz y amor para todos, PATRICIA
Hola Patricia! Felicidades por el artículo. Algo similar pienso yo, y quedó reflejado en mi artículo MEMORIA CELULAR http://www.lamedidadetuvida.com/2009/02/memoria-celular.html
ResponderEliminardonde vengo a coincidir contigo y que te comparto.
Un abrazo desde México